“Cuando llegué por primera vez al templo del Maestro Kuthumi sentí una gran y cálida bienvenida por cada una de las personas que conforman esta Comunidad espiritual, un sentir de hermandad, de lazos de amistad, una entrega genuina de corazón. En esa oportunidad participé de un retiro de un día y medio en el cual Francisco canalizó las enseñanzas del Maestro Kuthumi, entonando varios cantos de Mantras, elevando la energía del lugar y de cada uno de los que estábamos presentes, empecé a sentir una inmensa paz. La energía del Maestro se hizo presente, envolviéndonos con su vibración y luz, sentí como se me hubiese estado esperando, que mágico fue todo. Ahora puedo expresar con mucha convicción que todo fue perfecto y agradezco infinitamente la intervención divina del Maestro, que me condujo misteriosamente hasta este espacio de luz. Desde entonces el vínculo se ha ido profundizando con todos y en especial con El, quien sabiamente abre las puertas al conocimiento más elevado cuando estamos preparados para recibirlo. Nos invita de acuerdo a nuestro plan divino a seguir aprendiendo, a seguir evolucionando, a profundizar en nuestro interior.
He sentido muy potente su energía, su guía, su asistencia cuando más la he necesitado, su amorosa sanación, que a través del tiempo, como un fluir, me ha llevado a mirar más allá, a expandir mi corazón, mi conciencia, mi propio ser. Sin ninguna expectativa en un inicio, solo dejándome llevar por su vibración y su presencia, lo he sentido muy cerca en mi corazón y le agradezco cada día por tenerlo en mi vida.
Quiero agradecer en especial a Francisco, quien se ha consagrado a una vida espiritual, ofreciéndonos a todos recibir a través de sus canalizaciones y generosa entrega, valiosas y sagradas enseñanzas de los Maestros Kuthumi y Morya, así como también la guía y presencia de la energía Babaji, en un significativo retiro y encuentro en el bosque, magnetizándonos a todos con su vibración. Han sido muchas las experiencias de conexión con los seres de Luz, quienes nos conducen a experimentar otros planos más elevados, a recibir su elevada energía, a integrar en nuestras vidas sus enseñanzas, a sentir la Divinidad en nosotros y en todo lo que nos rodea.
Gracias, gracias, gracias.”